Degradación

El pueblo no conoce de olvido, no conoce de esquivo.
Te deja sólo haciendole frente a todo lo que no querés ver y escuchar.
Podes acomodarlo en una caja cómo quieras pero lo tenes que tratar.
Lo superas o te moris. Y yo siento que me estoy muriendo.
Entre que me pudro y me muero, en el medio respiro.
Cuánta gente se pudre acá ¿Quiero ser yo así, y acostumbrarme a caminar con mis miedos?
Y no sé porque sigo, no encuentro el sentido a estos días.
A pesar de lo lento que pase el tiempo no puedo detenerlo,
siento que mi capucha se atoro en una aguja y voy girando dentro del reloj.
Más que sentir, yo ya se: me estoy degradando.
Me degrado y contamino, angustiando a quién esté cerca.
Me degrado y contamino como una pila, como una colilla de cigarrillo,
como la batería del auto abandonado en Belgrano y Rico, en frente de Mingos,
que todos los días se va llenando más y más de multas, sin ser reclamado...




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