Las pocas cosas que me paran


Pocas cosas me conmueven tanto como el llanto de un hombre enamorado
me quedaría a vivir en el momento en que la mirada de un hombre que guarda todo lo que siente para mañana, 
se inunda y se rebalsa.
Me quedaría ahí, naufragando con él.

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Un gusto.

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