Self respect: el respeto por uno mismo.

¿Dejarías, suponte, a una amiga, a tu hijo o a tu madre, a tus sobrinos, tus hermanos, quién sea que ames: solos, pasando angustia, pudiendo liberarlos de todo mal? Los dejarías hacerse daño, relacionarse con quiénes solo consumen su energía? Los dejarías a disposición y cuidado de quiénes los usan? Dejarías que un amigo entristesca ridículamente, malgaste su vida trabajando en un trabajo mal pago si pudieras ofrecerle otro? Te sentarías a ver como cualquiera de ellos malgastan su vida, sus horas? No! No podrías, intentarías naturalmente acabar con su miseria, porque los respetas.
 Y por qué, en cambio, tu reaccion se aletarga si fueras tu y no ellos? Por qué respetarte a ti mismo, de pronto no es urgente ni automático? Nunca debes dejar de respetarte, eres quién mejor debe saber su lugar en el mundo y ese lugar no es la miseria. No lo dudes, tu mereces respeto. Eso quiere decir que no dejas tu vida en manos de alguien más, que no dejas de alimentarte, que no te dejas pasar angustia y malestar porque sabes que puedes estar mejor, significa que cuidas y alimentas tus metas, tus sueños, que cuidas tus vínculos, las personas que amas, porque ese eres tu, significa que te cuidas a ti.
Respertarte a ti mismo significa que nunca te abandones a ti mismo.
No te faltes el respeto, tu eres la vida que creas, que te permites cada día, la vida que has construido hasta llegar aquí, cada una de las experiencias que has atravesado y por las cuales mereces respeto. El lugar en el mundo que mantienes vale. Tu eres tus vínculos, tus relaciones,esas personas que amas y cuidas, tus intereses, tus metas, tus errores. Solo tu sabes qué involucra todo eso y su peso. Cuando te haces respetar estás cuidando todo eso que te forma. Debes hacerte respetar aunque estés enojado contigo mismo, aunque no estés de acuerdo contigo mismo, aunque hayas fallado, porque sin ese respeto no puedes mejorar, no puedes disfrutar ni ver el respeto de los demás, no te puedes ver a ti mismo. No puedes dejar que nada ni nadie te haga daño, siempre que puedas elegir, elige respetarte. Tal como haríamos con las personas que respetamos, sin castigarnos con vínculos, consumiendo remordimiento por los errores que ya cometimos, sin regalar nuestra vida.
Tenemos que procurar ser la persona que merece ese respeto, cumpliendo, esforzandonos, viviendo y reconocernos en ella todos los días.
Todo bien con el amor propio, me parece que muchas veces es inevitable que se ausente, tomando distancia de uno mismo.
Pero lo que no puede desaparecer es el respeto por uno mismo porque es la base que hace todos los días podamos levantarnos y creer que el día es nuevo.

Aunque a menudo bajemos el animo, tenemos un limite anímico donde podemos bajar a veces, pero mas allá de eso no podemos caer, no nos lo podemos permitir y somos nosotros quiénes trazamos ese límite. Un límite que tiene que ser obvio, natural, automático de reconocer porque no es nuestro lugar, no es por lo que vivimos, no es a lo que vinimos, y yo no se a que vinimos pero no vivimos a dejar que las cosas o las personas nos pasen por arriba. Estamos cada día creando, formandonos, jugando, haztelo saber.

Comentarios

Entradas populares