Remedios de hoy, San Telmo y adoquines
Donde las calles se afinan
donde mi corazón latía
escucho el goteo rabioso, pero no estoy ahí me acuerdo no más
para el recuerdo no hay tutía, no hay ayer ni reboque para aquella antigua pared
En estas veredas que no son generosas
una piba que sentía mucho peso se reguardó de una correntada
y en un charco porteño, caldo urbano, sumergió su zapato sangriento
se sentó en un cordón a besarse las rodillas para no darse por perdida
Donde las calles se afinan, un adoquín se escapó
le dió en la cabeza a un nene semilla y a su mamá
le dió en la cabeza a un pibe de camisa que iba a trabajar
es acá famoso lugar donde el viento no agita
y arde el aire que gotea en la sien de otra mujer
El problema es que la gente mira el cielo nada más para rogar
y nadie entiende la verdad,
aunque les caiga en la frente una gota agua de aire acondicionado
en este lugar donde una bicicleta es una máquina del tiempo
Ruedan las gotas de sudor de mis iguales
por cada gota pido un deseo
por cada gota hubo un desvelo
entiendo el dolor, creo que pocos saben que todos somos iguales
Donde las calles se afinan no me perdí
no había sol pero lo inventé
no había sol pero creí en él, para mi hoy,
a estas calles tan finas cierro los ojos y las ensancho
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Un gusto.