Una

Últimamente he estado tomando decisiones individuales erróneas, en momentos en los que no es debido, porque tendría que haber tenido en cuenta a otros. Decisiones grupales tomadas de forma unipersonal, me han traído pesadillas estando despierta. Retorcijones, como los de la panza pero de la cabeza.
Lo peor es que ha sido todo tan básico como impulsivo, obviedades, he decidido empezar una relación como también terminarla con la misma rapidez que individualidad y me ha ido de la misma desgraciada forma, también he decidido emitir mi opinión y las palabras que quise en el momento que he querido de la forma que he querido sin saber si el otro estaba preparado o al menos si quiera tenía ganas de oírme, sabes, mi ego era más importante, estaba presente, más presente que yo. Entonces, sí tanto hago y deshago por mi cuenta, he actuado como si no necesitara a nadie y aquí me hallo, con nadie. No se qué cosa de mi me apuró tanto a tomar tantas decisiones, tal vez tenía miedo que alguien las tome por mi y tome todas por todos, tan estúpido como vengarse por adelantado.
¿Los ansiosos estaremos destinados a aprender con delay? Claro que ya desee un montón volver a todas los momentos anteriores a quedarme callada y ver que pasa, pero no es el punto. El punto es saberlo ahora. Ya. Ahora, lo sé en mi mente y lo comprendí, sin resina, sin desperdicios ni residuos del sueño o entresueño.
Sinceramente en el fondo creo que no quise que me pase como otras veces que por no decir lo que pienso alguien lo dijo por mi, y por no tener crítica alguien ha pensado y decidido por mi. Sí entre medio de tantas cosas importantes me ha quedado tiempo de seguir siendo egoísta, aunque viva diciendo que no tengo tiempo esa es una más de las mentiras de mi ego.
Ya una vez más tranquila acá, mirando las manchas de humedad y escuchando las gotas en las chapas, pude saber que todo esto había pasado realmente, y recobrar la consciencia.
He querido escuchar ahora. Ahora quiero oír, pero como no hay nadie no he podido oír mucho.  Estaba aquí en la parte de la habitación donde crece el hormiguero y se descascara el revoque por la humedad, pensando que las inundaciones han traído muerte y desolación, y que  eso es ahogarse en realidad, no en cambio hundirse por mano propia en las turbulencias mentales.
Por otro lado con toda la lavandina comprada, las bolsas de donaciones empacadas, me he quedado colgada mirando por la ventana el barro de mi calle, creyendo que el agua no llegará hasta mi barrio porque vivo en zona alta y a la vez especulando cuánto tardaría en llegar y por las casas de quienes primero el agua debería pasar.
Creo que tanta agua me ha ahogado un poco mentalmente. Me acuerdo la sentencia medica que me dijo el médico que atendió mi neumonía en el 2010, él dijo que nunca más debía tener contacto con la humedad, en el mismo momento pensé: este tipo es irónico o no sabe que vivimos en el pueblo más húmedo de la provincia. Neumonía, eso estar mal del cuerpo. Tener agua en los pulmones es la neumonía. Pero agua en el cerebro, pantano en el cerebro, lodo, sin flor de loto, eso es otra cosa, otra molestia, otra bestia enfermedad, que también puede ser crónica como la otra.
Fue ahí entre medio de todo el pantano mental y el real, que veo tu luz verde, 5 segundos después el sonido de skype como burbujas en aumento y ahí ocurrió mi teletransportación.
Que lindo escucharte. Porque era el momento justo para oír. Oír que en la escala de Frankfurt te fue bien pero llegado a Denmark te apunaste. Oír que ya estás en Copenaghe sano y sabio, listo, más listo que nunca. Canchero.
De alguna manera un doble Sol salió para mi, el que iluminaba acá a las dos y media de la tarde el mismo que te iluminó allá a las 7 de la mañana, al mismo tiempo. Y un baño de calidez me paso por el cuerpo cuando decías, ''es como un día de febrero, 30°, en La Plata o Mar del Plata", lo sentía compañero.
Y esa fue la primer cosa que oí desde que salí a la superficie.
Que lindo es escuchar.
Que lindo que a pesar de tanta agua descubrí que no tengo los oídos tapados y que quiero cuidar que no se tapen.