Mis cabellos

Vuelan las cuerdas graves de mi cabeza
Lúdicamente sueltas se abren
Como las garras de un oso pardo
Como las patas de un ciervo agitado
Hilando lo que sé con lo que siento
Tocando la música de los miedos y las soluciones

Vuelan juntos
la lluvia los disimula como uno
Y ya no es todo liviano
Pesan desgraciados
De fracaso
De historia
De exceso
Se burlan
Del origen irónico
Que tiñe su rastro
El mismo
que me enseña misericordia y lealtad

Gotean información y cansancio
En una roca, cabeza abajo
los dejo que descansen mis soldados
Que se amiguen
De la única forma que se
Tomando distancia, haciendo espacio

Ahora el Sol se siente bienvenido
Ya no se enredan en daño
Aunque ya no estemos sumergidos
Flotan
Porque nada los toca
Guardianes de mi verdad caoba
De esta hoguera fiera
Que arde aún en lluvias
Guardianes, eternos testigos
ligados a este Fuego, y a todas las cenizas

Comprenderé sí un día
Dejaran de crecer
O sí se desprenden también
Reiré calva,
Livana
Agradecida.