Cortito y al cuchillo.

Nunca te enteraste de mil cosas,

de mil cuchillos.

El día que te conocí no iba a salir porque daban lluvia,

Pero salí lo mismo y más apurada porque tenía que trabajar

Y cuando llegué al bar, iba a ir al baño cuando entraste a pedir la pizza

Cuando volviste a ir, no iba a atender más mesas

Pero un compañero se descompuso y me quede haciendo horas extras,

Cuando me dejaste por tercera vez te iba a dar la razón pero no me pareció buena idea

Cuando me dejaste por cuarta vez no te iba a insistir una mierda

Y me largué a llorar cuando admití mi delincuencia

Cuando te iba a respetar, me estaba por ir y me dijiste que la podíamos remar

Te iba agradecer, me dieron ganas de cambiar, entendí qué era lo que estaba mal.

Ese fue el primer día que consciente le di cabida a mi  intuición.

Me hice cargo de lo que sentía, me tragué 10 litros de orgullo y un master en víctima.

Ahora me acordé, y lo quise escribir.

Me dieron ganas de no olvidarmelo más y que quede grabado.

Me dieron ganas de escribirlo y publicarlo.

Entonces acá estamos, acá estoy coma por coma, espacio por espacio. Dos de la mañana.

Es que estas cosas hay que mantenerlas en práctica.